Crítica semanal 5

“Indios Verdes” – varios – en Sala Museo Nacional de Bellas Artes de Mall Plaza Vespucio.

 

Cuando llegue al frontis de esta la Sala la primera impresión fue que era muy pequeña para la cantidad de expositores que participaban, pero al ingresar y ver ese montaje un poco caótico a primera vista pero tan bien distribuido entre una obra y otra, que luego de volver a mirar el conjunto era bastante atractivo, tanto por la diversidad de técnicas usadas, la variedad de temas abordados por cada artista que de alguna manera cada uno tenía su propio estilo y a ratos era fácil saber que obra era de quien, sobre todo los que ya conocíamos un poco, también me gusto esto de la diversidad de tamaños de los formatos, sobre todo los más pequeños, me daban la sensación de que no necesitaban ser enormes para sobresalir y parecían tener cierta humildad, aun asi eran los que más llamaban mi atención por el hecho de no divisar su contenido a una gran distancia, si no que me obligaba a acercarme y a veces a agacharme para observar los que se encontraban más abajo, lo relacioné como una acción muy de “lo contemporáneo” para ser tan simple.

                                     

            Al principio también creí, mas bien me preguntaba, por que había algunas obras que parecían proyectos sin terminar y luego a medida que estaba por terminar de ver la muestra comprendí que eran especies de bocetos que un poco más adelante se mostraba lo mismo pero con mas desarrollo y asi hasta un tercer o cuarto avance en otros casos, otros eran mas bien series de un mismo proyecto, algunas estaban en parejas y otras brillaban por su singularidad. En general todo para mí fue un millón de interrogantes, el hecho de que fuera un montaje aleatorio, es decir, no estaban todas las obras de un solo artista en una sola sección, el porqué no tenían el nombre a quien correspondía, ni la materialidad utilizada, porque lo anterior esto de mostrar el proceso como obra, porque la reunión de estos artista en particular, porque no había esculturas ni instalaciones o proyecciones en videos u otro tipo de disciplina artística que no fuera montado a la pared en un marco. Poco a poco algunas de estas preguntas tenían comenzaban a tener respuestas.

              En conclusión me pareció una muy buena muestra, sencilla, limpia, el espacio era ideal, creo que a pesar de todas mis dudas, no sobraba ni faltaba nada, mantuvo mi atención por mucho tiempo y me llamaba a volver a revisar algunas cosas para comprender otras, pienso que esa es una muy buena disposición del orden y sentido que se le pudo haber dado a la muestra a pesar de este caos que percibe en un primer momento.